domingo, 17 de noviembre de 2013

Lo que se ha dicho acerca de Los eruditos a la violeta


Fuentes utilizadas para el trabajo
Elaborado por Ángery Chavarría Ramírez


Primera fuente escrita
Resumen y comentario del texto
Los eruditos a la violeta y la Prosa de Cadalso
Julio Anguita

Esta obra fue impresa en 1772 cuando Cadalso regresa a la corte y establece relaciones sociales con sus contemporáneos españoles Fernández de Moratín, Tomás de Iriarte y los italianos Conti y Napoli Signorelli, donde duró largas horas en tertulias literarias donde se tocaban mucho las ideas revolucionarias de Voltaire en cuanto a sentimientos de justicia, modelo para la burguesía y liberalismo que le dieron algunas pautas para su manual y le permitieron obtener cierto prestigio literario que también partió de su formación en la corriente Jesuita.
Esta obra es una prosa satírica que pretende evidenciar a quienes piensas ´´saber mucho´´ pero dicho conocimiento es muy superficial, parodiando los manuales de ciencia universal y con esto hace mofa de la falta erudición por medio humor y la ironía, marcando los defectos de estos falsos eruditos.
El texto está compuesto por siete lecciones (siete días de la semana) que un profesor utiliza para aleccionar a sus estudiantes, empezando con su noción de ciencia en general y luego con los conceptos de poética y retórica, filosofía antigua y moderna, derecho, teología y matemáticas, finalizando con un capítulo de miscelánea (tradición clásica de las paideias) para evidenciar el conocimiento del instructor, reforzando con esto la idea antropocéntrica del renacimiento en donde el hombre debe de poseer características que lo enaltezcan permitiéndole ser íntegro y semejante a un ser superior. Estas lecciones impartidas por el catedrático tienen el objetivo de enseñarles a sus alumnos de una manera ´´encimada´´ para así lucirse en sociedad sin la necesidad de estudiar realmente. Los tópicos que hay que repetir, escritores que hay que ponderar, conocimientos que hay que fingir, habilidades que se deben manifestar (pp. 4).
Siendo la composición más famosa de Cadalso con gran cantidad de reediciones y posteriormente se realizó un suplemento que poseía el mismo nombre de la obra, en donde se comentan algunas de las poesías que se habían traducido (ya que en los eruditos sólo se encuentran en una legua, latín por ejemplo), también incluía algunas cartas de los discípulos sobre las lecciones aprendidas; además de continuar con otro suplemento o ´´manual´´ llamado El buen militar a la Violeta, que mantiene la idea de satirizar a la sociedad esta vez por medio de la inmoralidad de los militares y el gusto por las modas extranjeras. Algunos teóricos de la época expresan que Los Eruditos y El Buen Militar son textos que permitieron reflejar la situación real de su época (contextualización) que además son tratadas de una manera drástica, a pesar de que Cadalso sufrió de censura y severa crítica al ser catalogado como uno de ´´erudito a la violeta´´ que tanto busco ridiculizar siendo un hombre muy superficial.
Los Eruditos a la Violeta  es un libro que según su autor un obsequio para todos aquellos que desean conocer mucho sin estudiar tanto como lo presume en su portada. Por si quedara alguna duda acerca de la intención, carácter y destinatarios de la obra, en la segunda página se nos ilustra convenientemente, a través de una Advertencia de los propósitos de este papel irónico (pp.8).En efecto este texto trata de una ´´ingeniosa burla´´ contra la ciencia que es falsa y como más tarde diría Meléndez Pelayo es una obra que permite conocer una época completa.
Anguita expresa que la prosa de José Cadalso es una autobiografía inconclusa, que refleja algunas particularidades de su vida como lo fue su erudición y su necesidad de hacerse notar como un hombre muy elegante y digno de ser seguido por otros.
Segunda fuente escrita
Resumen y comentario del texto
Fedra de Racine[1] en Los eruditos a la violeta de Cadalso
Guillermo R. Gagliardi

El siglo XVIII en España corresponde al cultivo del Neoclasicismo en el arte, el de la poesía descriptiva y didáctica, el período hipercrítico, el del lenguaje amanerado y convencional en el uso de alusiones mitológicas acumuladas en un texto, por lo que Cadalso se aprovecha de dichos ´´cánones´´ para construir de esta manera su obra, por ejemplo un precedente clásico como el de Hesíodo en los Trabajos y los Días puede interpretarse como uno de los primeros manuales que buscaban influir en el comportamiento del hombre, en la buena guía del mismo. Cadalso es el hombre sensible y razonable, característico del 1700 en el período de la Ilustración Española, el primer romántico europeo de España. (pp. 12)
Gagliardi afirma que este autor poseía firmes conocimientos de humanidades, habiendo estudiado en escuelas de Jesuitas, primeramente en Cádiz y luego en el Liceo Louis le Grand de Paris, y en el Seminario de Nobles en Madrid, convirtiéndose en un hombre inteligente, de abundantes y pensadas lecturas clásicas y modernas, de ordenada educación, dándole estas recursos riquísimos para su posterior creación literaria.
El autor afirma que existen algunas coincidencias entre el manual de Cadalso por la manera en la que están escritos, la función que desean cumplir, las ideologías de los autores y sus alusiones a la tradición clásica. Llectura de “Los Eruditos a la Violeta” me ha hecho recordar a Fedra, por lo cual cito a Cadalso sólo como representante de una evocación parcial del Mito griego. Fedra, enjuiciada en forma breve pero interesante. (pp. 12)
Esta una obra de ensayo y crítica literaria, de intención escrutadora y pesimista busca un ataque a la pedantería y  alabanza de los sabios auténticos, balance de la sociedad que eternamente glorifica a aquélla en desmedro de éstos, además de una burla a la ´´cultura enciclopédica epidérmica´´. El  “Violeto” es el alumno imprudente que desea brillar sin esfuerzos, incapaz de concentración o de verdadero interés.
El autor reitera que la obra consta de siete Lecciones que imparte un profesor: poética, retórica, filosofía, derecho, teología y otras ciencias. “Las Ciencias no han de servir más que para lucir en los estrados, paseos, lunetas de la comedia... y para ensoberbecernos, llenarnos de orgullo...”. (pp. 19)
Cadalso analiza el temperamento artístico de Homero, Horacio, Virgilio y Ovidio algo en común con Racine.  El Barroco cita los episodios, en el idioma original otra acción que lo vincula con los Eruditos. Luego habla de una composición “en verso de romancillo”, sobre el mismo asunto mitológico e imitando las expresiones plásticas del horror, amor, deseos y placer manteniendo cierta similitud con los versos anacreónticos utilizados por el autor de este manual de comportamiento.
 El profesor les enseña a sus discípulos, los tópicos, gestos y nombres que hay que repetir en sociedad, para triunfar en ella mientras que en la Fedra con su gracioso remedo del “Relato de Terámenes”, que busca hacer entrar en razón a la protagonista. 
La lección de poética y retórica (según Gagliardi), es el núcleo de la obra y se desarrolla en dos planos: el de los juicios serios y fundamentados, y el de la chanza irónica, ambos acertados, en este caso Racine de igual manera elabora su juicio del clasicismo francés.
 Muchos teóricos, menciona el autor de este artículo, expresan que Cadalso y Racine citan el poema de Ovidio  “Ars Amatoria” (arte de amar) siempre aludiendo a alguna circunstancia personal, autobiográfica: amores fáciles, el lamentado destierro, los avatares  artísticos.
También se asemejan, con evidente disimulo, de escritores de su siglo, que tendían, de párrafos oratorios y huecos de ideas. Con profusión altisonante de galicismos y citas latinas, ajenas a la verdadera sintaxis y pensamiento de los escritores españoles de la Edad de Oro. 
Racine y Cadalso pretendían conservar un estilo literario crítico, con bases críticas que les permitieran reflejar su contexto temporal y todo aquello que deseaban comunicar, ya fuera para sobresalir o para otorgar un nuevo aporte y crítica a todo lo que estaba por venir.

El siguiente vídeo se ha posteado con el objetivo con e fin de ilustrar de una manera activa el Mito de Fedra, del cual se hace mención en el anterior análisis 



Tercera  fuente escrita
Resumen y comentario del texto
El Humor y la Ironía en Cadalso
Nigel Gledinning

Gledinning expresa que no intenta abarcar en su ensayo toda la obra de Cadalso, sin embargo dice que necesita analizar algunos de sus más conocidos textos para expresar su teoría de lo humorístico e irónico en la prosa ´´cadalsina[2]´´. La ironía es abundante en los escritos de dicho autor aunque según se dice ´´José´´  no se sentía reflejado en dicho estilo humorístico y se catalogaba a sí mismo como el practicante de un artificio literario donde predominaban la índole tétrica y adusta que sin llegar a duda se pueden, de manera muy exitosa, vincular con un estilo jocoso y crítico, aunque él mismo lo negara.
Algunos teóricos han interpretado su obra como una especia de protesta literaria, mientras que por otro lado se ha llegado a decir que el mismo Cadalso ha utilizado su obra para sobresalir entre los falsos eruditos que tanto señala y de los cuales crítica sus acciones.
 Ahora bien con el cambio de las épocas la idea de sátira y de lo jocoso ha evolucionado, cuando Cadalso escribía, que su obra fuera atribuida a una de estas corrientes no parecía ser lo más honroso, sin embargo estos términos ya no se vinculan a un payaso o al circo y actualmente  un manual como el de los eruditos es visto como una transgresión al orden conocido, en resumen su prosa contiene un humor retórico.
Gledinning recurre al teórico Fernando de Luzán para categorizar el tipo de humor aplicado a Los eruditos y llegó a formular la hipótesis de que Cadalso recurre a un estilo directo de sátira  que consiste en notar vicios y defectos ajenos jactándose de sus propias capacidades para ridiculizar los mismos. También es característico el uso de exageraciones y el paso del lenguaje sublime a lo vulgar para marcar una fuerte diferencia (lo alto y lo bajo) como lo propuesto en la teoría carnavalesca de Bajtín.
Continuando con la idea de ironía, este es un recurso muy recalcado por Gledinning en Los eruditos y dicho sentimiento está dividido en tipos; la vulgar y la de estilo sarcástico que es la más abundante en este texto (satirización algo muy propio del barroquismo), ya de por si el papel del profesor es irónico, como ejemplo cita este pasaje de la primera lección: ´´Siglo feliz, edad imcomparable en los anales del tiempo, envidia de la posteridad admirada, y la afrenta de la ignorante antigüedad.´´ La parodia irónica es la marca en el final de los textos de Cadalso.
Luzán también menciona que en Los eruditos hay una serie de palabras que no existen en realidad y que el autor ha inventado para expresarse y también, en el caso de términos en otras lenguas, en el caso de algunos de los galicismos mencionados, esto para seguir demostrando su posición privilegiada, frente a los bajos y falsos educados.
A primera vista Los eruditos a la violeta tiene menos fuerza antijerárquica que otras obras, es una vez más  una crítica que a veces parece ser indirecta y como antes fue mencionado el autor finje vicios para ridiculizarse visiblemente (otra teoría). Pero el objeto de dicha sátira es más bien marcar a los jóvenes presuntuosos ´´señoritos sólo a la primera vista´´ que buscan un éxito social sin prolongar esfuerzo alguno por medio de las tertulias, siendo hombres poco serios y frívolos.  Esta ´´diatriba´´ corresponde sin duda a una sus maneras de ver la vida , su risa es una risa que funciona como una denuncia y castigo ante su sociedad, por medio de esta busca una catarsis.
Por último Nigel expresa su admiración por la obra de Cadalso, puesto que según expresa, este autor fue un hombre que vivio en un periodo donde sus ´´enchufes´´ desfavorables con la jerarquía moldearon su carácter y su forma de ver la vida fue amarga y un poco neurótica, pero a pesar de esto fue un hombre que manifestó su rebelión ante su clase y contemporáneos. 

Primera Fuente de Internet
Resumen y comentario del texto
Los eruditos a la violeta
Venganza de una Mano Mortal

            Según el autor de esta página  Cadalso se introduce al mundo de la literatura por medio de su propio artificio literario, intentando de esta forma evidenciar la falsa erudición de algunos de sus contemporáneos, a ellos va dirigido este papel irónico, con el fin de que los ignorantes no los confundan con los verdaderos sabios, en desprecio y atraso de las ciencias, atribuyendo a la esencia de una facultad  las ridículas ideas, que dan de ella los que pretenden poseerla, cuando apenas han saludado sus principios.
            El autor de esta micro reseña menciona que ha decidido escribir acerca de los Eruditos de Cadalso, ya que, este texto se apega a la situación actual de muchos lugares donde las personas piensan que conocen demasiado sobre determinado tema y alardean de lo mismo aunque la superficialidad de su conocimiento es evidente

Segunda Fuente de Internet
Resumen y comentario del texto
Eruditos a la violeta
La Pluma Viperina.

            Esta página hace  mención  del libro de Cadalso el cual es una sátira acerca de las personas que creen saber mucho de muchos temas con conocimientos superficiales  pero sin especializarse por algún  tópico en específico. Esto muy muy similar a los análisis a los que hemos recurrido en nuestra investigación, la mayoría de los autores mencionan la trama de los eruditos, su división por lecciones y hacia qué grupo de personas está dedicado.
            Ahora bien, a diferencia de otros análisis consultados el autor de esta página realiza un pequeño análisis crítico, comparando a los Eruditos a la Violeta con un movimiento contemporáneo conocido como hipster[3]esto en el contexto español  puesto que la situación en cuanto a la enseñanza y el aprendizaje no ha cambiado mucho desde la escritura de esta prosa de Cadalso.
            La página hace un listado de algunos de estos comportamientos que reprensibles:
       I. Presumen de leer o haber leído libros extranjeros poco conocidos.
    II. Creen amar la música clásica y asisten a conciertos.
 III. Criticar con ardor los musicales, las novelas bestseller  y la enciclopedia Wikipedia
También se hace la aclaración de que estas son creencias de cada persona, pero su“sabiduría” es muy superficial y está muy cocinada y aliñada de cara a la galería que desarrollan esos gustos por la misma curiosidad . Como se afirma en la página su objetivo es más bien reivindicar  más que a las personas cultas a todas aquellas atacadas por el gusanillo de la inquietud y de la curiosidad cultural, a aquellas que sin saber mucho o incluso sabiendo poco, se caracterizan por una actitud abierta hacia todo lo que les rodea, por un gran interés por aprender, leer, investigar, preguntar y estudiar (al margen de los cauces académicos) que poco a poco les va convirtiendo en hombres y mujeres más cultos. Apuesto por la divulgación cercana y accesible del conocimiento, y por toda estrategia encaminada a hacer digeribles y atractivas las materias más áridas, incluso a costa de incurrir algunas veces en el trazo grueso o en la simplificación.
Tercera Fuente de Internet
Resumen y comentario del texto
José Cadalso, pequeño ´´apartado´´ que habla de Los eruditos a la violeta
Wikipedia la Enciclopedia Libre

Según esta página Los Eruditos una sátira breve y ligera contra un tipo de educación entonces frecuente: la erudición meramente superficial. El contenido y estructura quedan claramente reflejados en el subtítulo puesto por su propio autor, el título alude a uno de los perfumes, el de la violeta, preferidos por los jóvenes a la moda.
Luego se comenta que la obra tuvo un éxito inmediato y el título acabó proverbializándose, también dice que se imprimió un suplemento 1772 que consiste en una serie de traducciones poéticas con comentarios, destinadas a ilustrar las lecciones del martes; cinco cartas de ex alumnos del curso; y una breve noticia sobre los orígenes y la composición de la obra. El buen militar a la violeta es una continuación póstuma, aplicada especialmente a la profesión militar.

[1] Obra basada en la tragedia Hipólito de Eurípides, que narra el mito de Fedra.
[2] Gómez Redondo expresa que un grupo de obras define a un escritor y permite reconocer su estilo  por ejemplo es estilo´´ garcimarquesco´´ y el ´´cadalsino´´ antes mencionado.
[3] La cultura hipster es una subcultura asociada en mayor medida con la música independiente. Se caracteriza por una sensibilidad variada, alejada de las corrientes culturales predominantes (mainstream) y afín a estilos de vida alternativos. El interés por los medios de comunicación incluiría películas de cine independiente, revistas como Vice y sitios oficiales como Pitchfork Media.

Argumento de la obra


Argumento general de la obra
Elaborado por Auxiliadora Soto Masis 


La obra también es conocida como “curso completo de todas las ciencias” y está dividida en siete lecciones para los siete días de la semana. Inicia con un segmento llamado Advertencia, en el que sugiere la existencia de unos falsos eruditos, los cuales cataloga de ridículos al pretender abrazar todas la ciencias y querer, de esta manera, inmiscuirse en la república literaria. Advierte que a nivel general de la era y de la patria no se está libre de estos seudoeruditos; en vista de ello es que crea la ironía contenida en el texto, con el fin de evitar confusiones de falsos sabios con los verdaderos ilustrados. Seguidamente aparece una dedicatoria a Demócrito y Heráclito, para entrar de lleno a las lecciones de cada día
            El lunes inicia el curso con una oración y hace llamar su primera lección: “Idea general de las ciencias, su objetivo y uso, y de las cualidades que han de tener mis discípulos”. Ratifica el por qué el tratamiento “a la violeta” explica la afición de estos falsos sabios por el cuidado personal y de apariencia, con el uso de aguas olorosas como lavanda, sanspareille, ámbar, jazmín, bergamota y violeta, el último referente al nombre de su escuela.
            En este apartado habla sobre las generalidades de las ciencias, para qué sirven y qué se debe hablar de ellas.  Propone cómo utilizar la sapiencia una vez adquirido el conocimiento, lo importante de ello y, además,  el reconocimiento y admiración que se obtendrá al transmitirlas en público en el momento de lucirse.
 “Poética y retórica” es el nombre de la segunda lección correspondiente al día martes, en esta aconseja hablar de los antiguos poetas como Homero, Píndaro y Anacreonte. Incluye varias frases y citas, todas en latín, de reconocidas celebridades y escritores como lo fueron Augusto, Virgilio, Coridón; para comenzar a citar grandes literatos y lo que se debe y no leer de cada uno.
            Nuevamente argumenta acerca de Virgilio, esta vez critica anacronismos presentes en la Eneida; continúa con Ovidio y advierte no involucrarse ni con Metamorfoseos ni con Fastos. El próximo escritor es Lucano del cual no recomienda Farsalia por estar muy por debajo de la Eneida; sigue con mayor ligereza con Marcial, Juvenal, Persio, Propersio, Tibulo y Catulo. Pide además nombrar a Juan de Mena, Boscán, Garcilaso, León, Herrera, Lope, Quevedo, entre otros, con sus respectivos géneros temáticos de sus obras y citando algunas trozos de ellas.
            En cuanto a los franceses recomienda a Boileau con sus Sátiras y Arte poética. Pide referirse de los italianos como los primeros en la poesía pero sin ser esto escuchado por los franceses, cita a Petrarca, Taso, Dante y Maffei. Por último de los ingleses  recomienda hablar de Milton y de Melpóneme como inspirador de Shakespeare. Acaba el segmento de poesía con los dramáticos griegos y latinos.
            En retórica recomienda a Demóstedes, Longino, Cicerón y Quintiliano para lograr una excelente elocuencia antigua. Ordena lamentarse ante la decadencia de la oratoria y discurrir con Feijoo, como un inconsiderado por asumir que la retórica es inútil a quien se le facilite persuadir.
            Al tratar la lección del miércoles llamada Filosofía antigua y moderna, sugiere  cómo vestirse y actuar, qué lugares frecuentar,  y sobre cómo y de quienes se debe de hablar. Apunta comer a horas extravagantes y aguantar el hambre de ser necesario para que la gente  los reconozca como buenos y auténticos filósofos en la calle. Respalda además su idea de referirse al auditorio femenino solemnemente, mencionando a las filosofas de historia con sus respectivos nombres para no dejar este género fuera del conocimiento requerido de todo filósofo.
            La lección del jueves presenta el Derecho natural y de las gentes  el cual consiste conocer, cuidar y rescatar los hechos que han marcado la vida y han caracterizado la actualidad, como lo son los tratados de paz, los congresos, las suspensiones de armas, treguas o armisticios (suspensión de las agresiones entre dos grupos de países, naciones, facciones; que se encuentran enfrentados en una lucha armada). La situación de los países y sus formas de gobierno.
            El viernes trata de teología; sin embargo, lo describe como absurdo pues Dios es, para él, incomprensible. No obstante se ve en la obligación de dar esta lección de la manera más íntegra y artificiosa “a la violeta” para sus discípulos; en este apartado aconseja que si por algún motivo se acaban las ideas del tema teológico analizado, se saque un reloj y se diga que se debe acabar el discurso pues se ha terminado el tiempo, con la finalidad de evadir su falta de conocimiento.
            En la sección dedicada a la matemática del día sábado hace una fuerte crítica a la materia, tanto así que recomienda no mezclarse tanto en ella pues requiere mucha dedicación y constancia: características “enemigas del alma”. En este día también hace referencia a la Náutica principalmente de los conceptos que debe manejar y no confundir con los términos populares a los que están acostumbrados: popa, proa, babor, barlovento, sotavento, rizos, etc. “Tomar rizos no es poner papeles en el pelo del capitán del navío, sino encoger parte de la vela que estaba extendida” (Cadalso 1967, pp. 112)
Finalmente, el domingo en su Miscelánea hace un recorrido por los anteriores días a manera de repaso; además, toca el tema de las lenguas vivas, su uso en ese tiempo; de la música recomienda decir que la buena se aniquiló y que toda se resume en amor y furia; y acaba con las Instrucciones dadas por un padre anciano a su hijo que va a emprender sus viajes.
            En ediciones posteriores a la obra original se incluyó un suplemento basado en sugerencias de los lectores, principalmente de una mujer contemporánea suya; y más adelante cinco cartas de sus discípulos, cada uno con una profesión relacionada a alguna de las materias presentadas en la obra. Por otra parte, se adicionó un paratexto titulado Noticias en el que se abarcan las críticas y anécdotas respectivas a la obra.

Nueva propuesta de lectura

Nueva propuesta de lectura 


Pensadores como Menéndez y Pelayo llegaron a considerar que “Los eruditos a la violeta” es un autorretrato del autor. Además, se habla de la preocupación por su apariencia física y cuidado personal, afición por las buenas vestiduras, calzado y accesorios: matices característicos de “los violetos”. Por otra parte, al finalizar la obra, en un apartado titulado Noticias, en las críticas a esta que él reconoce, la última considera lo anterior, que él se ha retratado así  mismo y aprovecha tal segmento para defenderse y desmentir lo que se ha dicho, catalogándolo como calumnia, por ser él un hombre que sabe poco. Probablemente aquí estemos frente a una Captatio benevolentia, ya que parece ser que Cadalso ha utilizado su sabiduría no solo para insultar a quien cree saber mucho con poco, sino también para sobresalir de erudito e ilustre en su época y en contra de los escritores contemporáneos a él.
¿Qué mejor manera que utilizar buenos, excelentes y exactos argumentos suyos, producto de su preciada educación y amplio conocimiento, para sacar a la luz a los seudoeruditos? Que bien puede referirse a los estudiantes de la época, quienes, posiblemente, recibían mala educación por la carencia de información certera, además eran incitados a tratar y aprender un poco de todo; o bien, dirigido a  sus colegas autores que tanto menciona en su libro, como lo son Moratín y Feijoo. Ejemplo de ello es cuando tacha a este último de inconsiderado por catalogar la retórica de inútil para quien tenga facilidad de persuasión y generalizarlo como un hecho y no decirse nada más acerca de él.

     Ahora bien, en la obra hay rastros  de su poca reserva erudita al caracterizarse a sí mismo y autocriticar su obra. En el apartado titulado Miscelánea hace un recorrido por las lecciones anteriores y se determina como auténtico, puntual, cabal y todo lo que tenga que ver con excelencia:
“El jueves dije bravas cosas del derecho de gentes y de la naturaleza, y ¡cuidado que estuve precioso!
El viernes os enseñé teología, y a fe que dije cosas estupendas.”
(Cadalso, 1967, pp. 117)

     No obstante, en la obra queda más que claro el objetivo crítico del contenido del texto hacia quienes aparentan sabiduría. Es por lo que se percibe mayor recurrencia en querer sobresalir de conocedor y rencoroso con quienes no son como él en su contexto; pues caracteriza, detecta y conoce de pies a cabeza lo poco que saben de una materia y lo que hablan de ello. Más que un manual de “erudito a la violeta”, este texto es una descripción de lo que imaginan, especulan y manejan este tipo de personas acerca de las ciencias.

Bibliografía del trabajo y enlaces fidedignos


Enlaces

Instituto Cervantes:  http://www.cervantes.es/default.htm
Real Academia Española: http://rae.es/
Biblioteca Virtual Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/
Biblioteca Antológica: http://www.biblioteca-antologica.org/

Bibliografía consultada para el trabajo 

  • J. Anguita (1989) Los eruditos a la violeta y la prosa de cadalso. PDF recuperado de http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S007117132011000200005&script=sci_arttex
  • J. Cadalso (1967) Los  eruditos a la violeta. España: Ediciones Anaya.
  • N. Gledinning. (1967)  Introducción de Los eruditos a la violeta. España: Ediciones Anaya
  • N. Gledinning. (1972). El Humor y la Ironía en Cadalso. España: Paidós.
  • G, Gagliardi (2000) Fedra de Racine en Los eruditos a la violeta de Cadalso, PDF recuperado de http://leonino1950.blogcindario.com/2009/01/00373-fedra-de-racine-en-los-eruditos-a-la-violeta-de-cadalso-por-guillermo-r-gagliardi.html
  • Pág. 1: http://venganzamanomortal.wordpress.com/2012/03/24/los-eruditos-a-la-violeta
  • Pág. 2: http://laplumaviperina.blogspot.com/2013/03/eruditos-la-violeta.html
  • Pág. 3: http://es.wikipedia.org/wiki/Fedra_(Racine)

Generalidades del texto y el autor

Generalidades y Contexto
Elaborado por Guadalupe Vargas Díaz


José Cadalso y Vázquez nació el 8 de octubre de 1741 en Cádiz, fue el segundo hijo y primer varón, provenía de una familia adinerada,  su padre fue un comerciante exitoso y pasaba la mayor parte del tiempo viajando en las Indias, padre e hijo se conocieron hasta que José cumplió los 10 años de edad. Desde muy joven fue educado por su abuelo materno José Vázquez y posteriormente su tío Mateo Vázquez el cual era un padre jesuita y una importante influencia intelectual en el entonces joven, posteriormente ingresó al Colegio de Jesuitas de Cádiz en donde su tío fue rector y profesor.
Es importante destacar que desde muy temprana edad Cadalso sufrió la pérdida de su madre, además de su abuela y hermana, estas pérdidas que además se dieron de forma relativamente consecutiva fueron conmocionaron al niño que a temprana edad ya enfrentaba la pérdida de   los integrantes de su familia más cercanos. Cuando Cadalso tenía 10 años emprendió un viaje con su padre a Inglaterra y Francia, los viajes fueron una constante en su vida, en París asistió al prestigioso Colegio Luis el Grande en donde anteriormente habían estudiado Molliere y Voltaire, la educación en general que recibió fue de carácter religioso y se le daba mucha importancia a la memorización y a la universalidad del conocimiento como en el Seminario de Nobles de Madrid al que también asistió.
Un aspecto muy importante en la vida de Cadalso fue su carrera militar, en el año 1762 se alistó en el Regimiento de Caballería de Borbón, compró el grado de militar y más adelante fue nombrado Caballero de la Orden Militar de Santiago por salvarle la vida al conde O`Reilly, ya para 1777 era comandante y en 1782 ascendió a coronel, poco tiempo después falleció en batalla, gran parte de la vida de José Cadalso se centró en su vida militar y aunque logró su título de coronel al parecer el pesimismo y la inconformidad fueron constantes en la vida de Cadalso.
En cuanto a la vida social de Cadalso se dice que era muy activa en los círculos intelectuales y que se rodeaba de amistades literarias como Nicolás Fernández de Moratín, Tomás de Iriarte entre otros, además era muy popular con las mujeres, se destaca su amorío con una de las actrices más populares de la época y que además actuó en alguna de sus obras, María Ignacia Ibáñez, se dice que su amor era muy criticado por la diferencia de clase social, ella murió joven  y se dice que fue la inspiración de algunos poemas de Cadalso además del libro Noches lúgubres, alrededor de este amor se creó una leyenda en la que se dice que Cadalso desesperado por la muerte de María Ignacia trató de desenterrarla y esto sucede en Noches lúgubres, publicado luego de la muerte de Cadalso.
Además de que su contexto de creación literario estaba lleno de las ideas del Barroco que se apropiaba de los escritos de este siglo, postulados como el pesimismo, lo cargado de su prosa, poesía y teatro, la preocupación por el paso del tiempo y la semiruptura con algunos ideales renacentistas como la métrica utilizada (endecasílabos), géneros como las églogas, odas y epístolas; además de los tópicos renacentistas (carpe diem, beatus ille, locus amoenus). Todo esto para dar cabida a los ideales del XVLLL como satirización de la realidad, estoicismo (queja por la vanidad del mundo) y la moralización.
El primer éxito literario de Cadalso fue Los eruditos a la violeta publicado en 1772, además publicó: Calendario manual y guía de forasteros en Chipre que es una parodia del Calendario manual, otro de sus libros es Don Sancho García es una tragedia neoclásica, la única que se conoce de Cadalso, muestra como las pasiones pueden afectar la razón, Ocios de mi juventud es el único poemario del autor en él predomina el tema pastoril y las anacreónticas, Noches lúgubres es el texto al que se hace referencia a María Ignacia Ibáñez, se publica póstumamente en 1789 y 1790, Cartas marruecas se publicó póstumamente, este libro consta de una serie de cartas de tres hombres (un español y dos moros), en estas cartas se tocan diversos temas acerca de la vida, la sociedad y diversas cuestiones morales.
Los eruditos a la violeta Curso completo de todas las ciencias deJoseph Vázquez, (nombre utilizado por Cadalso por motivo de la censura), una de las obras más exitosas de José Cadalso, es una sátira dirigida a las personas que muestran una falsa erudición o “los que pretenden saber mucho estudiando poco”, se les llama violetos a los que cumplen con estas características y el término de erudito a la violeta se proverbializó desde el momento es que se publicó el texto para referirse a estos jóvenes que pretenden aparentar conocimiento y para lograr que aprendan un grupo de alumnos, Cadalso asume el papel de profesor y segmenta el conocimiento en 7 días para abarcar la mayor cantidad de datos que logren conseguir la apariencia de erudición.

Libro en PDF

Los eruditos a la violeta


http://www.biblioteca.org.ar/libros/131773.pdf

José Cadalso

Acerca de la vida de Cadalso 
Fuente, Estudio Preliminar elaborado por Nigel Gledinning 



La vida de José Cadalso se conoce no ya únicamente a través de documentos y testimonios de sus contemporáneos, sino, de un modo más valioso, por la visión que él mismo nos ofrece en su Memoria de los acontecimientos más particulares de mi vida y de las cartas conservadas (1773–1780).
José Cadalso y Vázquez nació en Cádiz, el 8 de octubre de 1741. La familia, sin embargo, procedía por línea paterna del señorío de Vizcaya. La madre murió a consecuencia del parto, y el padre, ausente por negocios en América, iba a tardar casi trece años en conocer al niño. Tuvo que encargarse de su educación un tío jesuita, el padre Mateo Vázquez. Él fue quien envió al futuro escritor a estudiar a Francia. Vuelto el padre de Indias, desembarcó en España y se dirigió a París a conocer a su hijo. Y ansioso siempre de nuevos ambientes, se fue después a Inglaterra, donde tanto se entusiasmó, que llamó con él a Londres al educando. También viajaría por Italia y Alemania, cuyos idiomas, igual que el latín y el inglés, dominaba. Tras otro año de estancia en París, pasando por Holanda, regresó por fin a España el cosmopolita muchacho, recibiendo una impresión muy negativa de un país que no había apenas conocido en contraste con su experiencia europea; ello marcará fuertemente la índole de sus posteriores Cartas marruecas.
Ingresó entonces por orden de su padre y con dieciséis años en el Seminario de Nobles de Madrid, según cuenta, «con todo el desenfreno de un francés y toda la aspereza de un inglés», ya que su padre quería corregir en él las costumbres y la religión, y prepararle para un empleo de covachuelista, que detestaba; a ese fin fingió sentir inclinación por ser jesuita, sabedor de que su padre detestaba a los de la Compañía, y le sacó de allí; intentó persuadirle entonces de que lo que le gustaba era la carrera militar, lo que tampoco placía a su padre; se valió de estos tormentos para que su padre le devolviera a Europa y, entre los dieciocho y los veinte años vivió de nuevo en París y Londres, hasta que le llegó la noticia de la muerte de su padre en Copenhague (1761).
Tuvo entonces que regresar a España para arreglar el papeleo de su herencia, lo que hizo de forma tan apresurada que años después se encontró sin ningún patrimonio familiar; y se alistó en el regimiento de caballería de Borbón en 1762, participando en la campaña de Portugal, donde tuvo un violento duelo a espada con su antiguo condiscípulo el Marqués de Tabuérniga, con el que se había emborrachado, que terminó tan súbitamente como se había producido. Encontrándose en Madrid en marzo de 1766, sigue con interés el motín de Esquilache, salvando con su intervención la vida del Conde de O’Reilly; «aquel día conocí el verdadero carácter del pueblo», escribió en su Autobiografía. En ese mismo año obtuvo el hábito de Santiago.
Trasladado su regimiento a Madrid, Cadalso se enamora sucesivamente de la hija del consejero Codallos, con la que estuvo a punto de casarse, y de la frívola Marquesa de Escalona y, con la venta a él de un caballo que le gustaba, tiene ocasión de introducirse con el entonces todopoderoso Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla, al que le entrega un manuscrito de una novela, de carácter utópico por lo que indica el título: Observaciones de un oficial holandés en el recién descubierto reino de Feliztá.
Con gran escándalo de la nobleza y de encopetadas damas de la corte, circuló por Madrid un libelo titulado Calendario manual y guía de forasteros en Chipre (1768), parodia de la Guía común de forasteros, donde se hacía una descripción de las costumbres amorosas típicas de la sociedad dieciochesca. El público, confiesa el mismo Cadalso, «me hizo el honor de atribuírmelo, diciendo que era muy chistoso». Como consecuencia de ello, tuvo que salir desterrado de Madrid a Zaragoza. El escritor militar permaneció en Zaragoza hasta 1770. Y fue allí donde empezó a dedicarse más intensamente a la poesía.
Pasados los seis meses del destierro, regresa Cadalso a Madrid, donde permanece entre 1770 y 1772. A esta etapa pertenece uno de los episodios más significativos de la vida del escritor. Se trata de sus amores con una de las más notables actrices de la época, María Ignacia Ibáñez, que han dado lugar a toda una leyenda de marcado sabor romántico. Lo indiscutiblemente cierto es la sinceridad de ese amor y su breve duración, por la muerte inesperada de María Ignacia, de tifus, a los veinticinco años, el 22 de abril de 1771. La leyenda cuenta que Cadalso, desesperado ante tan repentina muerte, intento desenterrar a su amada para darle el último adiós. Inmediatamente escribió Noches lúgubres, obra que describe este suceso. Posteriormente también escribirá poemas en los que la actriz aparece con el nombre de Filis.
Sufrió una tremenda depresión pero sin duda le sirvieron, si no de consuelo, de distracción, sus contactos con los salones y los círculos literarios madrileños, sobre todo con la famosa tertulia de la Fonda de San Sebastián, de la que eran asiduos sus amigos Nicolás Fernández de Moratín y Tomás de Iriarte.
Cadalso dio término a las Cartas marruecas durante su breve estancia en Salamanca (1773–1774). Fue un corto periodo, pero suficiente para que se formara en torno a él un círculo de amistad y de convivencia literaria. Allí, además de su afectuosa relación con fray Diego González, y con Juan Pablo Forner, a quien inclinó definitivamente hacia la literatura, estrechó gran amistad con León de Arroyal y sobre todo con dos jóvenes poetas, el salmantino José Iglesias de la Casa y el extremeño, estudiante en la Universidad de Salamanca, Juan Meléndez Valdés. Dos años más tarde participó en el asedio de Gibraltar (que duraría hasta 1783) y fue ascendido a coronel en 1781. Sin embargo José Cadalso murió, el 27 de febrero de 1782, tras recibir el impacto en la sien de un casco de metralla o granada. Tenía sólo cuarenta años y apenas hacía un mes que le había sido conferido el grado de coronel. Su tumba se encuentra en la Iglesia Parroquial Santa María La Coronada en la Ciudad de San Roque, donde reside la de Gibraltar.

Sobre las autoras de la página


Ángery Chavarría Ramírez 

Estudiante UCR, Filología Española y Enseñanza de Castellano y Literatura 



Auxiliadora Soto Masis 

Estudiante UCR, Filología Española 


Guadalupe Vargas Díaz  

Estudiante UCR, Filología Española